En esencia, un asado implica cocinar varios cortes de carne sobre una llama abierta. Si bien el principio básico es simple, se ha desarrollado una amplia gama de técnicas para esta forma de arte culinario.
Los gauchos de las llanuras argentinas, famosos por su destreza a caballo y sus habilidades pastoriles, perfeccionaron el método de preparar carnes en cruces o estacas de hierro. Este enfoque tradicional exigía una vigilancia constante y muchas horas para lograr cortes perfectamente cocidos.
Los orígenes del asado argentino se remontan a 1556, cuando las primeras vacas fueron traídas a la región hoy conocida como Santa Fe. La posterior abundancia de ganado desempeñó un papel crucial en el establecimiento del asado como una tradición gaucha profundamente arraigada y una piedra angular de la cocina argentina.